Arroz con alcachofas y gambas

Receta ↓ Ángela Solar

Este arroz con alcachofas y gambas es una delicia culinaria que te dejará sin palabras. Con un sabor suave y aromático, la combinación de arroz, alcachofas y gambas es simplemente perfecta. Además, está repleto de ingredientes saludables como el ajo, la cebolla y el perejil. ¡Y lo mejor de todo es que es sencillo de preparar!

Los imprescindibles del arroz

Para este viaje de sabores que es el arroz con alcachofas y gambas, necesitarás unos compañeros de viaje excepcionales.

• Arroz – No cualquier arroz vale, necesitas uno que sea como una esponja, que se empape de cada nota de sabor. Un arroz bomba o similar, que se haga meloso y te haga cerrar los ojos en cada cucharada.
• Alcachofas – Busca alcachofas que parezcan haber sido besadas por el rocío de la mañana, frescas y listas para entregar todo su sabor. Trátalas con mimo y ellas te lo devolverán en el plato.
• Gambas – ¿Y qué me dices de las gambas? Escoge unas medianas, frescas, que casi salten del plato. Si las encuentras de roca, no lo dudes, su sabor es un homenaje al mar.
• Ajo – El ajo es ese amigo que nunca falla, siempre listo para dar carácter. Pícalo fino, que cada trocito sea un susurro de sabor en tu sofrito.
• Aceite de oliva – El aceite es el director de orquesta, el que marca el ritmo y armoniza. Elige un virgen extra y notarás la diferencia; es el toque de distinción que tu arroz se merece.
• Caldo de pescado – Si tienes tiempo, haz tu propio caldo, es más fácil de lo que piensas y el sabor es incomparable. Si no, un caldo de calidad comprado con cariño también servirá.

Preparativos: gambas y alcachofas

Para que nuestro arroz con alcachofas y gambas quede de rechupete, el primer paso es mimar los ingredientes. Vamos a limpiar las gambas y a preparar las alcachofas con cariño, para que cada bocado sea un homenaje al sabor.

• Gambas – Manos a la obra con las gambas: quítales la cabeza y la cáscara con mimo, como si desvelaras un tesoro escondido. Y no olvides ese hilito oscuro, el intestino, que si se queda puede amargar nuestra experiencia. ¡Fuera!
• Alcachofas – Ahora toca el turno de las alcachofas. Despídete de las hojas exteriores más duras hasta que te encuentres con el corazón, esa joya tierna que nos regala la naturaleza. Córtalas en cuartos y báñalas en agua con unas gotas de limón; así no perderán su color ni su orgullo.
• Ajo – El ajo es el alma de nuestro sofrito, así que pícalo con esmero, como si cada trocito fuera importante. Y lo es, porque de él depende que nuestro arroz hable bien de nosotros.

Elaboración del sofrito: ¡el secreto de un arroz sabroso!

Amig@s, ¡el sofrito es el corazón de nuestro arroz con alcachofas y gambas! Es la base de sabor que te hará querer repetir una y otra vez. Así que prestad atención, porque os voy a contar mi truco infalible para un sofrito de escándalo.

Lo primero es lo primero: el ajo. Yo soy una enamorada del ajo, así que no dudéis en añadir un diente más si sois como yo. Lo picamos bien fino y lo sofreímos en aceite de oliva virgen extra hasta que esté dorado. ¡Ojo! Que no se queme, porque amargaría todo el plato.

A continuación, añadimos las gambas y las alcachofas. Las gambas las habremos limpiado con anterioridad, quitándoles la cabeza y la cáscara. Y las alcachofas las habremos cortado en cuartos y dejado en agua con limón para que no se oxiden.

Las cocinamos junto con el ajo hasta que las gambas estén rosadas y las alcachofas estén tiernas.

Y ya está, ¡habéis conseguido un sofrito delicioso! Ahora solo queda añadir el arroz y el caldo de pescado y dejar que se cocine a fuego medio durante unos minutos. Pero esa es otra historia...

Cocción del arroz: el secreto está en la paciencia

Ahora que tenemos nuestros ingredientes listos y el sofrito preparado, llega el momento de cocinar el arroz. Pero ¡ojo! La cocción del arroz es una de las claves para conseguir un arroz con alcachofas y gambas de rechupete.

Como soy una apasionada del arroz, he probado todas las técnicas y trucos que existen para cocinarlo a la perfección. Y te puedo asegurar que, en este caso, la paciencia es tu mejor aliada.

Incorpora el arroz y el caldo de pescado en la sartén donde tenemos el sofrito. Remueve bien para que el arroz se impregne de todo el sabor. A partir de aquí, baja el fuego a medio y deja que el arroz se cocine lentamente. ¡No te impacientes!

Mientras se cocina el arroz, puedes ir probándolo para comprobar si está en su punto. Recuerda que el caldo debe absorberse completamente y el arroz debe quedar suelto y tierno. Si ves que se queda seco antes de tiempo, puedes añadir un poco más de caldo de pescado.

Y eso es todo, ¡ya tienes tu arroz con alcachofas y gambas listo para disfrutar!