Arroz con alcachofas y pollo

Receta ↓ Ángela Solar

¡El arroz con alcachofas y pollo es una delicia única y sabrosa! Con su textura suave y cremosa, esta receta combina a la perfección el sabor del pollo jugoso, las alcachofas tiernas y el arroz exquisito. Ideal para una cena familiar o un almuerzo con amigos.

Ingredientes imprescindibles

¿Listo para cocinar? Aquí tienes los tesoros que convertirán tu arroz con alcachofas y pollo en una obra maestra culinaria.

• Arroz – No cualquier arroz tiene el honor de ser el protagonista. Elige un arroz bomba o de grano corto, que se hinche de orgullo al absorber cada gota de sabor.
• Pollo – Hazte con piezas que prometan jugosidad y sabor a raudales. Si puedes, opta por pollo de corral, su carne es más sabrosa y hará que tu plato cante victoria.
• Alcachofas – Escoge alcachofas que parezcan recién cogidas del huerto, tiernas y de un verde que enamore a primera vista. Serán las reinas de tu arroz.
• Trío de oro: cebolla, ajo y tomate – Estos tres no pueden faltar. Juntos, forman un sofrito que es pura magia y levanta pasiones.
• Caldo de pollo – Si tienes tiempo, un caldo casero es tu mejor aliado. Pero tranquilo, un caldo comercial de calidad también te hará el apaño y nadie se dará cuenta.
• Aceite de oliva virgen extra – El alma de la cocina mediterránea. Un buen chorro de un aceite de oliva virgen extra es garantía de éxito.
• Sal y pimienta – El toque final para despertar los sabores y darle ese punto exacto que hará que tus comensales pidan repetir.

Para que nuestro arroz con alcachofas y pollo quede de rechupete, es clave tener todos los ingredientes a punto antes de encender los fogones. Vamos a ver cómo dejar listos cada uno de los protagonistas de este plato.

1. Pollo – Escoge piezas que te hagan salivar solo de mirarlas. Lávalas con mimo y trocéalas en porciones generosas, deshaciéndote de cualquier grasa que no aporte sabor. Recuerda, un buen corte es el secreto para una carne jugosa y tierna.
2. Alcachofas – Estas bellezas verdes necesitan un poco de cariño. Despídete de las hojas más duras y dale un corte a esas puntas que pinchan. Parte las alcachofas en dos, quita las pelusas del corazón y córtalas en cuartos. Un bañito en agua con limón las mantendrá tan frescas como una rosa, ¡no permitas que se pongan marrones!

¡Cocción del sofrito, el corazón de nuestro arroz con alcachofas y pollo!

El sofrito es la base de muchos platos españoles y, sin duda, es el corazón de nuestro arroz con alcachofas y pollo. Para hacer un sofrito perfecto, rehoga la cebolla picada, los ajos y el tomate rallado en un chorrito de aceite de oliva virgen extra hasta que estén bien pochados. ¡Este sofrito dorado y caramelizado es pura magia!

Personalmente, me encanta añadir un toque de pimentón dulce a mi sofrito justo antes de incorporar el pollo y las alcachofas. ¡Le da un sabor y un color increíbles! Si no tienes pimentón a mano, no te preocupes, el sofrito también estará delicioso sin él.

¡Elaboración del arroz con alcachofas y pollo!

Ahora que ya tenemos todos nuestros ingredientes listos y sofritos, ¡es hora de darle vida a nuestro arroz con alcachofas y pollo! Sigue estos pasos y verás cómo preparar un arroz tan sabroso que te pedirán la receta.

1. Selección y cocción del arroz: Personalmente, soy muy fan del arroz bomba, ya que absorbe el sabor del caldo sin pasarse de cocción. ¡Pruébalo y verás la diferencia! Cocemos el arroz en una olla o paella con abundante agua hirviendo y una pizca de sal. Recuerda, el secreto está en escurrir el arroz al dente y reservarlo.

2. Añadir el caldo y los ingredientes sofritos: En la misma paella o sartén donde hemos sofrito el pollo y las alcachofas, añadimos el arroz escurrido. Mezclamos bien para que se impregne de todos los sabores. Luego, vertemos el caldo de pollo caliente (¡ojo! que esté bien caliente) y dejamos cocer a fuego medio durante unos 18-20 minutos o hasta que el arroz esté en su punto y el caldo se haya absorbido por completo. ¡Y listo!

¡Ya estamos cerca del final! Una vez el arroz esté en su punto, apaga el fuego y deja que repose durante unos minutos, como si estuviera descansando después de un largo día de trabajo. Después, con suavidad y cariño, flúfelo con un tenedor para separar los granos y que quede esponjoso y ligero.

Para servir, emplata el arroz con alcachofas y pollo en platos individuales, como si fueran pequeñas obras de arte culinarias. Decora cada plato con unas hojitas de perejil fresco para darle un toque de color y frescura. ¡Buen provecho y disfruta de este manjar en familia!