Alcachofas confitadas a la plancha

Receta ↓ Ángela Solar

Un manjar para los sentidos, las alcachofas confitadas a la plancha son ese toque gourmet que transformará tu mesa en una celebración de sabores.

Con su textura suave y su sabor profundo, estas alcachofas no son solo un plato, sino una experiencia culinaria que te invita a disfrutar de cada bocado.

¿Te imaginas el placer de degustar una alcachofa perfectamente confitada? Si eres un amante de estas joyas de la huerta, te encantará descubrir la versión con bechamel, un clásico irresistible. Y para los que prefieren una comida más robusta, las alcachofas rellenas de carne son la elección ganadora.

Adentrarse en el arte de preparar alcachofas confitadas es sumergirse en un mundo de sencillez y exquisitez. Y para culminar una velada perfecta, ¿qué mejor que una tarta de queso rápida que deleitará a tus comensales?

Los imprescindibles de la cocina

Para que nuestras alcachofas confitadas a la plancha queden de rechupete, vamos a necesitar unos ingredientes que, aunque pocos, son fundamentales.

• Alcachofas - no te conformes con cualquiera, elige las más hermosas, esas que prometen un festín en cada bocado.
• Aceite de oliva - si eres como yo, que no te tiembla el pulso al elegir un buen aceite, verás que marca la diferencia en el confitado.
• Ajo - aquí entre nosotros, un par de dientes bien majos son el secreto para un aroma que se te queda en la memoria.
• Sal y pimienta - ¿y qué me dices de estos dos? No los subestimes, porque son ellos los que dan el toque final a nuestra obra maestra.

¡Preparación de las alcachofas!

Ahora vamos a empezar con la preparación de nuestras alcachofas confitadas a la plancha, ¡un plato delicioso y saludable que te encantará!

Lo primero que debes hacer es limpiar las alcachofas. Recuerda que es importante quitar todas las hojas exteriores duras y cortar el tallo. Yo suelo dejar un poco del tallo porque me gusta el sabor que aporta, pero si no te gusta, puedes cortarlo por completo.

Una vez que tengas las alcachofas limpias, es hora de cocerlas previamente. Puedes hervirlas en agua con sal durante unos 15 minutos, o cocerlas al vapor durante unos 20 minutos. Yo prefiero cocerlas al vapor porque conserva mejor sus propiedades nutricionales y su textura.

¡El confitado de las alcachofas es un proceso que te encantará! Consiste en cocinarlas lentamente en aceite de oliva aromatizado con ajo. De esta forma, las alcachofas absorben los sabores del aceite y del ajo, y se vuelven tiernas y jugosas. Yo lo hago siempre que tengo invitados en casa, ¡es un éxito seguro!

1. Preparación del aceite de confitado con ajo: Para ello, calienta el aceite de oliva en una cazuela a fuego medio y añade los dientes de ajo enteros sin pelar. Cocina a fuego lento durante 10-15 minutos, hasta que el ajo esté dorado y el aceite perfumado. ¡Ojo! No dejes que el ajo se queme, o amargará el aceite.
2. Confitado de las alcachofas en el aceite: Añade las alcachofas cocidas al aceite de confitado y cocina a fuego lento durante 15-20 minutos, hasta que estén tiernas y confitadas. Si quieres, puedes añadir un poco de sal y pimienta para potenciar el sabor. ¡Listo! Ya tienes unas deliciosas alcachofas confitadas para disfrutar.

¡Llega el momento más emocionante de nuestra receta! El toque final que dará a nuestras alcachofas confitadas ese sabor crujiente y agradable.

Para ello, calentamos bien la plancha y colocamos las alcachofas previamente confitadas. Yo recomiendo hacerlo en tandas para evitar que se peguen unas a otras. Además, conseguiremos una mejor distribución del calor y un dorado uniforme.

Apenas necesitarán un par de minutos por cada lado, pero no te olvides de vigilarlas para que no se quemen. ¡Es importante que queden doradas pero no quemadas!

Una vez que estén listas, podrás disfrutar de este manjar en toda su gloria. ¿Te animas a probarlas con un chorrito de limón recién exprimido y un poco de perejil fresco? ¡Es una combinación perfecta!

¡Ya estamos en mi parte favorita! La presentación de este plato de alcachofas confitadas a la plancha hará que todos quieran probarlo.

Yo soy una persona a la que le encanta disfrutar de la comida con los ojos antes de hacerlo con el paladar. Por eso, siempre trato de presentar mis platos de la forma más atractiva posible.

En este caso, te recomiendo servir las alcachofas en un plato llano, para que se puedan apreciar bien. Si quieres darle un toque de color, puedes espolvorear un poco de perejil picado por encima. También puedes acompañarlas con unas rodajas de limón para que cada comensal se sirva al gusto.

Otra idea que me encanta es servir las alcachofas confitadas a la plancha como entrante, acompañadas de un buen pan de payés y un chorrito de aceite de oliva virgen extra. ¡Una delicia!